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Pectoral del juicio

Éxodo 28.17

y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra Sárdica, un topacio y un carbunclo; 18la segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante; 19la tercera hilera, un Jacinto, una ágata y una amatista; 20la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de oro. 21Y las piedras serán según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce tribus.




Es probable que los magníficos atuendos de los sacerdotes representen el concepto de inmutable rectitud frente a Dios (Zac 3.1-5).
28.4 Las vestiduras de los sacerdotes son específicas: el efod (vv. 5-14), el pectoral (vv. 15-30), el manto (vv. 31-35), la túnica (v. 39), la mitra (vv. 36-39) y el cinturón (v. 39)
Ex 28.15 El pectoral era una bolsita que colgaba del cuello del sacerdote. Estaba decorada con doce piedras, una por cada tribu de Israel. Dentro del pectoral estaba el Urim y el Tumim (v. 30)
Los sacerdotes usaban el pectoral del juicio para buscar el juicio; esto es, una decisión que venga del Señor para discernir en un asunto que se le presentara.
Ex 28.16  un cuadrado: Medía nueve pulgadas (23 cm aproximadamente) por cada lado. Un palmo era la medida desde la punta del pulgar hasta la punta del dedo meñique de una mano extendida
PARA QUE SERVIA EL PECTORAL DEL JUICIO
El pectoral contenía las misteriosas piedras llamadas Urim y Tumim. Estas transliteraciones del hebreo significan «luces» y «perfecciones» (ambas plurales superlativos). Juntas, sus nombres significarían «conocimiento perfecto» o alguna idea similar. No se sabe como Aarón y sus sucesores usaban estas piedras (si es que en verdad eran piedras). Sólo sabemos que Dios dio instrucciones a sus sacerdotes a través de ellas. Es posible que estas piedras estuvieran para asegurarle al sacerdote que Dios le revelaría su juicio verdadero. De allí que la expresión «consultar con el Urim y el Tumim» quiera decir: presentar un asunto ante el Señor con el Tumim y el Urim en el pectoral; una señal de que el sacerdote espera confiadamente que el Señor le ayude a resolver el asunto (cf. Lv 8.8; Nm 27.21; Dt 33.8; 1 S 28.6; Esd 2.63; Neh 7.65).


Estas tres primeras piedras (Sárdica, Topacio, Carbunclo) nos hablan de la salvación del creyente. De la obra redentora de Cristo.
Sárdica: (de palabra Adam)  mostrar sangre en el rostro, rojo, rubio (el creyente es lavado con la sangre de Cristo) esta piedra no aparece en la vestidura de Satanás.
Topacio: (de la palabra pitdá), asociada con la tribu de Simeón = oír inteligentemente
Carbunclo: (de la palabra barekat) como centellante. (nos habla de manifestaciones de Dios en el creyente, prodigios, señales y milagros)(también Satanás las tiene)
Estas tres piedras siguientes (Esmeralda, Zafiro, Diamante) nos hablan del creyente llevando la palabra de Dios a toda la raza
Esmeralda: brillar, relucir (los cristianos somos luz a las naciones)
Zafiro: señalar con una marca; inscribir y enumerar. (el creyente delimitando su territorio)
Diamante: (de la palabra yajalom) dureza,  conquistar. Del griego “adamantem” invencible. (en 1 P 2.9,10 se nos dice que somos sacerdotes, y somos sacerdotes invencibles, listos para conquistar. Simboliza lo eterno e infinito.
Estas tres piedras siguientes (Jacinto, Ágata, Amatista) que son exclusivas para el hombre; nos hablan de la nueva naturaleza del hombre; que ya no es una raza caída. De que en Cristo el hombre pasa hacer una raza restaurada; traemos la semilla del segundo Adam.
Jacinto: se relaciona con la tribu de Efraín = doblemente fructifero
Ágata: encenderse; llevar cautivos, tomar prisioneros; llama (porque se divide en lenguas) centella. (pero esta piedra junto con Jacinto y amatista, nos habla del hombre en su nueva naturaleza. Somos llamados a recibir el bautismo del Espíritu Santo y hablar en lenguas.
Amatista: atar firmemente; (el creyente en Cristo puede atar al mismo Satanás, ponerle limites a sus maquinaciones; aun a sus demonios. Símbolo de la realeza.
Estas últimas tres piedras siguientes (Berilo, Ónice, Jaspe); nos hablan del trabajo continuo del Espíritu Santo con el creyente
 Berilo: se asocia con la tribu de Dan = Juez, gobernar, defender la causa. Castigar, El Espíritu Santo gobernando en el hombre, corrigiéndolo, instruyéndolo, exhortándolo. 
Ónice: blanquear, Limpiando nuestras conciencias
Jaspe: Pulir (El sardio y el jaspe, de colores similares, eran las piedras primera y última, respectivamente, del pectoral del sumo sacerdote (Éx 28.17,20). Era una piedra transparente de varios colores, especialmente de color de fuego. Puliendo nuestro llamado, puliendo 



VESTIDURA DE SATANAS

Ezequiel 28.13
En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. 14Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. 17Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. 19Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.

Cornerina
Topacio
Jaspe (diamante)
Crisolito
Berilo
Ónice
Zafiro
Carbunclo
Esmeralda
Oro


LOS CIMIENTOS DEL MURO DE LA CIUDAD
Apocalipsis 21.19
y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; 20el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista

Jaspe
Zafiro
Ágata
Esmeralda
Ónice
Cornalina
Crisólito
Berilo
Topacio
Crisoproso
Jacinto
Amatista
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