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Las K´numeh del Eterno

 ENTENDENDO  

LAS K'NUMEH  

DEL ETERNO 

La palabra aramea "k'numah" (en plural: "k'numeh")  

significa "manifestación, esencia, naturaleza, aspecto, calidad, sustancia" 

Las Escrituras proclaman objetivamente que el ETERNO es UN (EJAD), y no tres (Dt/Devarim 

6:4; Mc/Marcos 12:29). El consectario de esta asertiva refuta la Doctrina de la Trinidad, que 

enseña incorrectamente que "Dios consiste en tres Personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu 

Santo" (Biblia de Estudio Plenitud, 2001, pág. 1373). 

El ETERNO es UNO, es decir, una persona. Por lo tanto, decir que "D-os consiste en tres 

personas" es puro politeísmo, fruto del paganismo grecorromano que tan pronto se extendió en el 

cristianismo. El que cree en tres personas de la Trinidad está, en verdad, creyendo en tres dioses, 

lo que es inconcebible a la luz de las Escrituras. De hecho, no hay ningún versículo en la Biblia 

en que aparezca la palabra "Trinidad", así como no hay texto en las Escrituras prescribiendo que 

existen "Tres Personas". 

Entonces, ¿cómo explicar el Padre, el Hijo y la Ruaj (Espíritu)? Respuesta: EL ETERNO es UNO, 

pero se manifiesta de varias maneras. 

Las Escrituras iluminan las siguientes verdades: 

1) Es un Adonái הוהי (EJAD), sólo uno (1) individual (Dt/Devarim 6:4; Mc/Marcos 12:29); 

2) El Padre es Adonái הוהי (Gen/Bereshit 1:1, Is/Yeshayah 63:16 y 64:7 o, en las versiones 

cristianas, 64:8); 

3) Yeshúa HaMashíaj es Adonái הוהי (Is/Yeshayah 9:5-6 o, en las versiones cristianas, 9:6-7, 

Jn/Yojanan 1:1 y 14, Fil/Filipissayah 2:11 en arameo, ver también todos los textos ya presentados 

a lo largo de este estudio); 

4) El Ruaj HaKodesh (espíritu de santidad) es Adonái הוהי (Gen/Bereshit 1:2, Is/Yeshayah 63:1-

11 y Sal/Tehilim 51:1-11). 

Si el Padre es Adonái הוהי, el Hijo es Adonái הוהי y la Ruaj es Adonái הוהי, y si Adonái הוהי es 

EJAD (uno) (y no tres, ni dos), se puede concluir que los tres son el mismo ETERNO. Esta 

conclusión es muy obvia de acuerdo con las Escrituras en arameo. 

 

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Hay una palabra aramea llamada "k'numah" (en plural: "k'numeh") y que significa 

"manifestación, esencia, naturaleza, aspecto, calidad, sustancia". De acuerdo con las Escrituras 

en arameo, el ETERNO es uno, pero posee (por lo menos) tres k'numeh distintas, que son 

justamente las k'numeh del Padre, del Hijo y del Ruaj. Se comprueba el discurso de Yeshúa 

registrado en Jn/Yojanan 5:26: 

Texto en arameo: 

ה ֵּמוּנקַב אֵּיַח ןוּוהֵּנדּ אָרבַל פָא בהַי אָנַכָה הֵּמוּנקַב אֵּיַח תיִא אָבאַלדּ ריֵּג אָנַכיַא 

Traducción: 

Tal como el Padre tiene vida en su k'numah, de la misma forma dio al Hijo vida en su k'numah. 

En este sentido, la vida (existencia) del Padre tiene una k'numah ("manifestación, esencia, 

naturaleza, aspecto, calidad, sustancia".), mientras que la vida del Hijo posee otra k'numah. Así, 

la manifestación (k'numah) del Padre ante los hombres es diferente de la manifestación (k'numah) 

del Hijo. Por extensión, la manifestación (k'numah) del Ruaj es distinta de la manifestación del 

Padre y del Hijo. Son tres diferentes k'numeh ("manifestación, esencia, naturaleza, aspecto, 

calidad, sustancia".) de la misma Persona, pues Adonái הוהי es UNO!!! 

El texto de Heb/Ivrim 1:1-3 en arameo también denota que la k'humah del Hijo es diferente de 

las otras k'numeh del ETERNO: 

"Por varios caminos y de varias formas, en el pasado, Elohím habló con nuestros padres por medio 

de los profetas. 

Pero en los últimos días, Él habló con nosotros por medio de su Hijo, que fue constituido heredero 

de todas las cosas, y por medio de quien creó el Universo, el cual es el esplendor de su gloria y la 

exacta imagen de su naturaleza, y mantiene todas las cosas por el poder de su manifestación 

["melta"]. Y en su k'numah él hizo la purificación de los pecados y se sentó a la diestra de la 

majestad en las alturas. 

Se desprende de la Escritura citada que el Hijo es la exacta imagen de Adonái הוהי y es la propia 

emanación del ETERNO, sin embargo, con una k'numah distinta. Esto es fácil de entender.  

Vamos a ver. 

Si el ETERNO se manifestara a los hombres con la totalidad de su gloria, todos sucumbiría, ya 

que ni los cielos y la tierra logran contener la gloria de Adonái הוהי. Esta es la razón por la cual 

"nadie jamás vio a Elohím" (Jn/Yojanan 1:18). Así, para presentarse ante los hombres, el 

ETERNO necesita reducir su esplendor para que nosotros, meros mortales, soportémos la 

intensidad de la emanación de Adonái הוהי en el mundo existente. Yeshúa es la manifestación del 

ETERNO con intensidad tolerable a los hombres y, por lo tanto, con una k'numah diferente y 

reducida. 

Cualquier ilustración siempre será fallida. No obstante, haremos una sola a título didáctico, sin 

tener la pretensión de explicar la grandeza del ETERNO, lo que sería imposible para cualquier 

ser humano. 

La muestra de Adonái הוהי sería como una corriente eléctrica de 220 voltios en un aparato que 

soporta sólo 110. Una descarga eléctrica directa, en tal hipótesis, llevaría al daño del aparato, que 

 

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lo "quemaría". De ahí, se hace necesario un transformador para reducir la potencia de 220 a 110 

voltios. Cuando se coloca dicho transformador en el aparato de 110 voltios, la corriente de energía 

eléctrica es la misma (220 voltios), pero ésta sufre reducción en su intensidad hasta llegar al 

equipo electrónico.  

Adonái הוהי es Yeshúa (la misma persona), pero el "voltaje" del Padre es distinto de la "tensión" 

del Hijo, siendo que esta última es quien se propaga junto a la humanidad, que no podría soportar 

el fuerte "voltaje" del Padre en toda su gloria. Yeshúa es la k'numah menor de Adonái הוהי, es 

decir, una forma utilizada por Adonái הוהי para contraerse y revelarse a los hombres. De manera 

similar, El Ruaj HaKodesh es otra forma en que el ETERNO se presenta en el mundo existente. 

Sha'ul (Pablo) dijo que somos templos del Ruaj HaKodesh, que habita en nosotros (Corintayah 

Álef / 1ª Corintios 6:19). Obviamente, si todo el esplendor de Adonái הוהי estuviese dentro de 

nuestros cuerpos perecederos, moriríamos inmediatamente. Entonces, la k'numah de Adonái  הוהי 

en nosotros, es decir, El Ruaj HaKodesh, también es una forma de emanación reducida del 

ETERNO. Resumiendo: Adonái הוהי es UNO, SÓLO 01, (una) Persona (y no tres), y se revela a 

sí mismo por las k'numeh del Padre, del Hijo y del Ruaj HaKodesh. Este es el entendimiento 

sufragado por los primeros discípulos de Yeshúa, que dejaron claramente este pensamiento 

registrado en las Escrituras en arameo. 

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